Homosexuales manifiestan hoy a favor de sus derechos
Texto: Zuheilly Afanador Ferrer (Diario Panorama, Maracaibo - Venezuela)
La opresión social y el miedo al rechazo suelen llevar a los homosexuales a la depresión. El 14% de los venezolanos prefiere salir y amar a personas de su mismo sexo. Denuncias abusos de las autoridades.
“Para los homosexuales, extraño es encontrar a alguien que nos acepte. Muchos me rechazan por ser gay. ¿El hecho de que no me gusten las mujeres me hace peor persona? yo no soy ningún extraño, no orino por la nariz. Soy normal como cualquier otro ser humano”, refiere Diego Camacho (nombre ficticio), quien ha sido víctima de burlas por su condición sexual.
Y es que observar a dos mujeres caminando abrazadas en la calle, o a dos hombres de piernas cruzadas con pantalones ajustados y con actitudes femeninas puede resultar “feo” para un grueso número de la población venezolana.
La homofobia, definida como un miedo y odio intenso y sin razón a los homosexuales, se ha convertido en un verdadero problema para el 14% de los venezolanos que prefiere salir y amar a personas de su mismo sexo.
El término está mal definido, según Johan León, director general de la Acción Zuliana por la Vida (Azul), quien manifiesta que la palabra “homo”, de igual, y “fobia”, de miedo, no cuadra con el concepto, pues estaría planteado como el miedo a alguien igual a ti.
“En Maracaibo la homofobia es evidente. Aquí no ven con buenos ojos el hecho de que tú salgas con personas visiblemente homosexuales, y menos si eres un trans (transexual, travesti o transgénero) porque te humillan”, reflexiona.
Precisamente este rechazo ha sido el causante de los famosos casos que permanecen “en el clóset”. Por desgracia, muchos homofóbicos son muy hirientes, hasta el punto de que pueden resquebrajar las relaciones de amistad y familiares por no compartir sus condiciones sexuales.
“Hemos recibido cientos de denuncias donde privan los maltratos por parte de los funcionarios de seguridad. La brigada Chiquinquirá (plazoleta de la Basílica) es una de las que posee más homofóbicos y sabemos que en el centro de la ciudad transitan muchos homosexuales que han sido hasta golpeados por ellos, por el simple hecho de ser homosexuales”, denunció.
Fobia irracional
Aunque no lo grita a los cuatro vientos, la economista Sabrina Castellanos no soporta ver a dos hombres “delicados y con tanta mariquería encima”.
“Yo soy homofóbica. Les puedo hablar con respeto, pero hasta allí. Nunca tendría una amistad con personas de este tipo y menos si son mujeres”, plantea.
Su condición es la más común: las mujeres evitan a las lesbianas y los hombres a los gays.
“Quienes poseen más grado de homofobia son los hombres —explica la psicóloga Esther Oliveros—. En esto influye mucho la sociedad, porque una mujer con amigos homosexuales es ya algo común, los hombres, por ese grado de machismo, tienden a ser más selectivos y piensan más en el ‘qué dirán”.
Buenos amigos
Sincero, educado, amable, caballero, trabajador y gracioso, así considera Carmen Berrueta —casada y con dos hijos varones— a Andy, un homosexual a quien lo define como “mi amigo del alma”.
“Amigos como él hacen que los problemas sean menos pesados. Yo lo defiendo con mi vida y creo que nuestra relación está basada en el respeto. Hasta mi esposo lo estima, porque se ha ganado su confianza”. comenta.
Ella no juzga a quienes los rechazan, pero sí cree que si les brindaran la oportunidad de conocerlos, se acabaría la discriminación. Y asoma una interrogante: ¿vivir con la presión de fingir no ser homosexual para agradar y no ser humillado, le parece justo?