(Azul+) Ángel tiene 32
años, le diagnosticaron con VIH hace siete años y está en tratamiento desde
hace poco más de cinco. Confiesa que nunca ha sido fácil sentarse frente a su
médica tratante y expresarle cómo se ha sentido desde la última vez que estuvo
en consulta, sin embargo “He comprendido que ser honesto con mi doctora
significa que ella podrá darme mejores recomendaciones para mejorar en mi
salud”, reconoce Ángel.
“Normalmente nos molesta que
nuestro doctor nos mande a quitar la camisa y nos produce mucha incomodidad que
nos toque, pero tenemos que entender que con esa exploración ellos pueden
prever alguna situación que se nos pueda complicar a futuro, como una mancha
que le restamos importancia o lipodistrofia”. Así como Ángel, muchas personas
consideran que parte del éxito para la adherencia al tratamiento
antirretroviral y mejorar su calidad de vida depende de una buena relación con
su médico tratante, así como con el equipo que les acompaña “Esto no significa
que tengamos que ser amigos –destaca Ángel- sino de que fluya la información,
porque yo tengo el derecho de preguntar sobre mi estado de salud y ella tiene
el deber de responder mis inquietudes desde su perspectiva médica”.
El clima de empatía es
determinante para el éxito de la consulta, por lo que muchas veces las mujeres
prefieren tratarse con una médica, o algunas personas apelan por los servicios
que le brinden mayor confidencialidad por su ubicación, horarios y otros
aspectos.
Antes de que llegue el día de la
consulta, es recomendable hacer una lista de preguntas que desees hacerle a tu
médico, pues muchas veces a la hora que estés en su consultorio suelen
olvidarse las dudas. También es importante que te consultes con el mismo/a
médico/a, para que tengan continuidad en el proceso, porque si bien tienes
derecho a buscar una segunda opinión hay personas que indagan hasta escuchar una
opinión distinta a la de su tratante y entran en conflicto.
Planifica hacerte las pruebas
unas semanas antes de la próxima consulta para que lleves los resultados con tu
condición de salud reciente y sea más provechosa la consulta. Escucha con
atención la información que te den los especialistas y actúa en consecuencia.
Planifica también el momento para retirar tu tratamiento días antes de que se
te termine el que tienes.
Trata a las personas del servicio
con el mismo respeto que te gustaría que te traten a ti, pero recuerda que
tienes derecho a exigir una atención digna y en la que se te respeten tus
derechos.
Debes ser honesto/a sobre tu
adherencia o no a los medicamentos antirretrovirales pues si tu médico
desconoce tu realidad se le hará más difícil poder orientarte.
Recuerda que vivir con VIH no te
hace menos ni más que nadie; debemos
trabajar primero la autodiscriminación para lograr en nuestro entorno menos
estigma y discriminación.