(Azul+) El Programa
Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH y el Sida (ONUSIDA) presentó el
pasado lunes 23 de septiembre un informe global que arroja datos interesantes y
optimistas sobre el avance de la pandemia del Virus de Inmunodeficiencia Humana
y las muertes relacionadas con el Sida.
Luego de tres décadas de pandemia,
finalmente las estadísticas muestran una tendencia a disminuir, en lo que
ONUSIDA a denominado “El inicio del fin del Sida” y se prevé el año 2030 como
el cierre de este ciclo que ha afectado la vida de millones de personas sin distinción
de ningún tipo.
Entre los avances mostrados en el
reciente informe presentados por el sub director ejecutivo de ONUSIDA, Luiz
Loures, se encuentra que para 2012, en comparación con 2001, las nuevas infecciones
por VIH se habrían reducido en un 33%, calculando que en 2012 en el ámbito
mundial 2,3 millones de personas contrajeron este virus, en comparación de los
3,4 millones que se calcularon para 2001. Asimismo muestran que en 26 países la
tasa de infecciones en adultos bajó un alrededor
de 50%. Con respecto a las y los niños mostraron la cifra más alentadora,
anunciando que las nuevas infecciones en esta población ha descendido 52%; de
550.000 en 2001 a 260.000 a finales de 2012.
Destacaron también que las
muertes relacionadas con el Sida han disminuido en 30%, y calculan que desde el
conocimiento de esta realidad han fallecido en promedio 36 millones de personas
(cálculo estimado como promedio entre 30 y 42 millones a nivel mundial). Este
avance se ha logrado, básicamente por un mayor acceso en países de bajos y
medianos ingresos a las terapias antirretrovíricas, calculando para finales de
2012 que 9,7 millones de personas que vivían con VIH tendrían posibilidad de
tratamiento en sus países, esto representa un 61% de los que lo requieren según
los cálculos para 2010 y un 34% según las recientes directrices (2013) de la
Organización Mundial para la Salud (OMS).
Parte de los logros en este
sentido tienen que ver con programas y respuestas nacionales que buscan el
acceso universal al tratamiento antirretroviral, también a la salida de
genéricos y la simplificación de las terapias. La región más afectada por el
VIH y por el Sida sigue siendo África subsahariana donde 25 millones de
personas están infectadas.
En relación del VIH con la
Tuberculosis, ONUSIDA estima que desde 2004 hasta la fecha han descendido 34%
las muertes relacionadas con esta coinfección, destacando que la TBC es la
principal causa de muerte relacionada con el Sida.
El aspecto de las inversiones,
por el contrario ha mostrado un nivel muy inferior de lo requerido para una
lucha global efectiva; si bien para 2012 se invirtió un total de 18,9 billones
de dólares estadounidenses , esto representa 3,5 billones menos que lo
requerido anualmente (entre 22.000.000.000 y 24.000.000.000 US$). ONUSIDA
advierte que esta reducción se ha dado debido a la crisis económica que afecta
a muchos países.
Los aspectos de menores alcances
son los relacionados con los Derechos Humanos y en la lucha contra la
discriminación y el estigma. El informe destaca que no ha habido avances
significativos en materia de servicios a personas con prácticas de riesgo como
los usuarios de drogas inyectables, tampoco se ha trabajado efectivamente la
prevención de la violencia entre mujeres y niñas, punto por cierto clave en la
vulnerabilidad frente al VIH. Las acciones discriminatorias, la violencia y
desigualdad basada en género, leyes punitivas y políticas nacionales poco
adecuadas en el tema han sido grandes obstáculos para una respuesta global más
efectiva.
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