Por: Brenda Gómez Díaz / Anodis
El término serodiscordante se acuñó por primera vez en 1986 para referirse a la relación de pareja donde un miembro de la misma es seropositivo y el otro seronegativo al VIH/Sida. La palabra también se utiliza en la jerga médica para cualquier otro tipo de enfermedad crónica como el cáncer o la diabetes.
Las personas que viven con VIH pueden mantener relaciones sexuales prácticamente con los mismos cuidados que la gente que no lo es. Además, pueden practicar el sexo seguro, es decir, masturbación mutua, sexo telefónico, y uso de dildos y vibradores que deben ser personales, así como otras prácticas placenteras en las que los fluidos corporales no tocan heridas ni mucosas.
El reconocido sexólogo Víctor Velasco Morales, indica que el proceso de donde deviene el ser seropositivo es my importante para la aceptación de ambos miembros de la pareja. Si ocurre en un accidente de trabajo, si ambos participan en relaciones extra pareja o si lo hizo sólo uno de los dos: “puede que haya mucha culpa, ya que piensan que puso en riesgo su vida y la mía” aclara.
Asimismo se entra en un proceso de duelo en donde se atraviesan tres fases:Aceptación (todo estará bien), ira (¿por qué a mi?), y no aceptación (esperanza- tal vez la prueba fue errónea). Esto afecta gravemente la situación de la pareja.
Cuando por fin se logra la aceptación de uno y de otro, es probable que opten por no cuidarse y existe constantemente el factor de riesgo debido al amor que se profesan. Velasco Morales apuntó que “se mezcla con la mitología del amor, como somos pareja tenemos que correr con la misma suerte, explico. Esto puede producir nuevas infecciones y la gran probabilidad es que la discordancia no dure mucho tiempo.
En esta situación el que más sufre es el seronegativo porque tiende a cargar con la idea de que tiene que tiene que cuidar a la pareja y se descuida a sí mismo. En todas las enfermedades se descuida al cuidador , aunque su carga sea muy fuerte, por eso es un área que se tiene que trabajar mucho más.
Arturo Méndez, coordinador del Centro de Capacitación y Apoyo Sexológico Humanístico (CECASH) recomendó crear redes de apoyo con familiares y amigos, así como buscar el apoyo terapéutico sufieciente: “Sí existe, pero debido a que no tenemos una cultura de la salud no lo buscamos; el Sida no es ir a un evento nada más para que me regalen un condón”. Agregó Méndez: “es importante mencionar que el VIH/Sida en algún momento nos puede alcanzar, un familiar, un amigo, o uno mismo, por eso hay que informarse. Cuando llega un momento así no se sabe qué hacer, la noticia nos paraliza”.
El término serodiscordante se acuñó por primera vez en 1986 para referirse a la relación de pareja donde un miembro de la misma es seropositivo y el otro seronegativo al VIH/Sida. La palabra también se utiliza en la jerga médica para cualquier otro tipo de enfermedad crónica como el cáncer o la diabetes.
Las personas que viven con VIH pueden mantener relaciones sexuales prácticamente con los mismos cuidados que la gente que no lo es. Además, pueden practicar el sexo seguro, es decir, masturbación mutua, sexo telefónico, y uso de dildos y vibradores que deben ser personales, así como otras prácticas placenteras en las que los fluidos corporales no tocan heridas ni mucosas.
El reconocido sexólogo Víctor Velasco Morales, indica que el proceso de donde deviene el ser seropositivo es my importante para la aceptación de ambos miembros de la pareja. Si ocurre en un accidente de trabajo, si ambos participan en relaciones extra pareja o si lo hizo sólo uno de los dos: “puede que haya mucha culpa, ya que piensan que puso en riesgo su vida y la mía” aclara.
Asimismo se entra en un proceso de duelo en donde se atraviesan tres fases:Aceptación (todo estará bien), ira (¿por qué a mi?), y no aceptación (esperanza- tal vez la prueba fue errónea). Esto afecta gravemente la situación de la pareja.
Cuando por fin se logra la aceptación de uno y de otro, es probable que opten por no cuidarse y existe constantemente el factor de riesgo debido al amor que se profesan. Velasco Morales apuntó que “se mezcla con la mitología del amor, como somos pareja tenemos que correr con la misma suerte, explico. Esto puede producir nuevas infecciones y la gran probabilidad es que la discordancia no dure mucho tiempo.
En esta situación el que más sufre es el seronegativo porque tiende a cargar con la idea de que tiene que tiene que cuidar a la pareja y se descuida a sí mismo. En todas las enfermedades se descuida al cuidador , aunque su carga sea muy fuerte, por eso es un área que se tiene que trabajar mucho más.
Arturo Méndez, coordinador del Centro de Capacitación y Apoyo Sexológico Humanístico (CECASH) recomendó crear redes de apoyo con familiares y amigos, así como buscar el apoyo terapéutico sufieciente: “Sí existe, pero debido a que no tenemos una cultura de la salud no lo buscamos; el Sida no es ir a un evento nada más para que me regalen un condón”. Agregó Méndez: “es importante mencionar que el VIH/Sida en algún momento nos puede alcanzar, un familiar, un amigo, o uno mismo, por eso hay que informarse. Cuando llega un momento así no se sabe qué hacer, la noticia nos paraliza”.
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