(Azul+) No nos referimos a un pana o a una mascota; la gran mayoría
de los hombres mantenemos una estrecha relación con nuestro pene. Hablamos de
tamaño, fortaleza, de su rendimiento y hasta de cuando se torna un poco
“impertinente” ante la presencia de alguien que nos guste. Sin embargo, el pene
es una parte de nuestro cuerpo que requiere cuidados particulares para
mantenerse saludable y que cumpla con sus funciones.
1.) Al momento de ducharte explóralo, revísalo y detente un momento a limpiarlo. Cuando pasas horas sin lavarlo se va acumulando una sustancia (sobre todo si no estás circuncidado) llamada esmegma, la cual es producida por el recambio celular del glande y si dejas acumular esta sustancia durante muchas horas pueden producirse irritaciones o infecciones en la zona.
2.) Al igual que el lavado y la higiene del pene es importante
el secado. Al salir de la ducha, sécate bien, incluso los pliegues de los
testículos porque la permanente humedad puede producir hongos.
3.) La piel del pene y los testículos es una de las más
delicadas del cuerpo, por lo tanto no utilices cualquier producto en esa zona,
a menos que sea un jabón de baño regular o un producto íntimo especial. Si
observas algún tipo de enrojecimiento o irritación al usar cierto producto
consulta un dermatólogo.
4.) Cuando tienes erecciones inesperadas (como durmiendo o que
se producen durante tu rutina diaria) no lo acomodes hacia abajo para que no se
observe el bulto, si lo haces estarías forzándolo y podrías generar algún daño
en los tejidos o en los cuerpos cavernosos, preferiblemente siéntate, tápate y
piensa en algo “anti erótico”, seguramente se bajará.
5.) Utiliza condón en cada relación sexual; de esta forma
estarás evitando contraer infecciones transmitidas por esta vía. El condón
permite además una relación sexual higiénica y saludable.
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