La piel es un órgano de suma importancia que
requiere especial atención y al no recibir los ciudados adecuados podría
tornarse reseca, escamosa, manchada, grasosa o muy sensible a las condiciones
climáticas.
(Azul+) A pesar de que muchos creen
que la piel es simplemente una capa fisiológica o un cobertor para los órganos “verdaderamente
importantes”, es una estructura muy compleja y que requiere cuidados
especiales.
Está básicamente dividida en
tres partes EPIDERMIS (la parte más superficial) la DERMIS (sostenida por
tejidos y fibras que garantizan la elasticidad o rigidez de la piel) y la HIPODERMIS (Básicamente
una capa de células llamadas LIPOSITOS que producen y almacenan grasa).
Factores como el estrés, el exceso
de sol, la utilización de cosméticos no apropiados para el tipo de piel y una
inadecuada o insuficiente higiene son algunos de los factores que pueden causar
daños. También es muy importante saber qué tipo de piel tenemos para aplicarle
los cuidados apropiados y de esta forma evitar la resequedad, envejecimiento
prematuro, manchas o exceso de grasas.
Se caracteriza por la falta de
humedad, puede llegar a verse antiestética, produce vellosidad o cabellos ásperos,
fáciles irritaciones, escamada y se arruga de forma prematura.
¿CÓMO PODEMOS CORREGIRLA?
- Evitar el
exceso de sol – Si es inevitable por la zona, utilizar protectores solares-
- Se aconseja
tomar, por lo menos 8 vasos de agua diarios, principalmente en las mañanas.
- Consumir gran
variedad de frutas y legumbres, principalmente las que contengan vitaminas A, B
y C. Se recomienda especialmente la zanahoria, la patilla, espinaca, brócoli,
tomates, entre otros.
- Se recomienda
la colocación de una mascarilla, 2 o tres veces por semana de la siguiente
forma: Mezclar una clara de huevo con un poquito de aceite de Olivo o de
almendras, untarlo sobre el rostro y retirarlo luego de los 15 minutos con agua
tibia.
Se aprecia
visiblemente brillante y grasosa sobre todo en la frente, la nariz y la
barbilla, se afecta fácilmente con los cambios climáticos y es muy propensa a
los granos, las espinillas y el acné. La testosterona es la principal
responsable de esta hipersecresión sebácea,
por lo que muchos hombres desde la adolescencia –y a veces por el resto de su
vida- sufren de piel grasosa. También se puede observar este tipo de piel en
personas con falta de autoaceptación, introvertidas, tímidas y acomplejadas. El
insomnio y los problemas ginecológicos pueden también producir una piel grasa.
¿CÓMO PODEMOS
CORREGIRLA?
- Disminuir lo
más posible el consumo de carnes rojas y sustituirla por pollo o pavo.
- No comer
chocolate.
- Es
aconsejable comer bastantes verduras a diario.
- Aplicarse una
mascarilla (cada 3 días) de clara de huevo pues contiene colágeno o, está la
opción de hacerse una mascarilla espesa de agua y avena.
PIEL
MIXTA:
Combina los dos tipos anteriores. La frente, nariz y barbilla,
generalmente, son grasos, mientras que las mejillas presentan un aspecto de
sequedad. Una variante de la piel seca, el la piel SENSIBLE, que reacciona ante
estímulos externos o internos, con más fuerza que las demás. Enseguida se
enrojece, le salen manchas y espinillas, y con frecuencia es también alérgica
¿Cómo CORREGIRLA O EVITARLA?
- En todos los casos se
recomienda el consumo de suficiente agua.
- Alimentación balanceada con
suficiente consumo de frutas y verduras.
- Aplicar una mascarilla de
clara de huevo –por el colágeno- con cristales de sábila (y algunas personas
recomiendan pequeños trocitos de fresa) mezclarlo y aplicarlos durante 15
minutos. Quitarlo con agua tibia y luego aplicar agua fresca, mas no fría.
EXFOLIACIÓN
Al menos una vez
al mes se recomienda hacer una exfoliación para remover la piel muerta del
rostro y estimular la regeneración de los tejidos. La podemos hacer aplicando
jabón sobre el rostro y frotando con la yema de nuestros dedos azúcar morena,
en movimientos circulares y suaves. Luego de unos 5 minutos se retira con agua
tibia.
USO DE PROTECTOR
SOLAR
En los climas de
trópico se recomienda la utilización de protector solar con resistencia a los
rayos UV, estos permiten, además de formar una película de protección ante los
intensos rayos del sol, la hidratación de la piel.
Recuerda que la piel es un órgano de suma importancia que requiere
especial atención y al no recibir los ciudados adecuados podría tornarse
reseca, escamosa, manchada, grasosa o muy sensible a las condiciones climáticas.
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